¿Para qué preocuparse mucho por los baños en los proyectos contract? Si, al fin y al cabo, se trata de espacios ocultos y meramente funcionales, ¿no?

En los últimos tiempos la decoración y el equipamiento de los baños ha cobrado un valor importante hasta tal punto que es fundamental a la hora de determinar la calidad y el cuidado de espacios comerciales o establecimientos hoteleros. Antes de juzgar el aspecto de un local, hay que mirar el baño.

El baño es un espacio íntimo y, por tanto, el interiorismo debe conocer y respetar este aspecto. Así pues, podríamos decir que el cuarto de baño ya no es solo un espacio funcional sino también experiencial. Ya no basta con que te puedas asear, duchar o realizar cualquier otra tarea de higiene personal. Exiges que también tenga una decoración cuidada, que cree un ambiente íntimo y agradable y que se respire limpieza (no sólo que esté limpio, sino que también lo parezca). Pero, eso sí, sin olvidar la funcionalidad porque no por aportar diseño y originalidad al proyecto vamos a caer en la incomodidad. Por ejemplo: lavabos que salpican, grifos poco accesibles, mamparas que no cubren lo suficiente o platos de duchas que resbalan. Por muy innovadores que sean, no cumplen su función convenientemente.

Por tanto, la elección de los productos más adecuados y la coherencia entre ellos va a ser un factor primordial —así como mantenerse a la última en las tendencias de este sector que está en continua evolución— a la hora de conseguir un resultado excelente en un proyecto contract de baños.