No hay proyectos más interesantes y motivadores —aunque también puede que complicados—, que los de reforma de espacios cuyo propósito es mantener la esencia y el espíritu que han tenido anteriormente.
Hacer borrón y cuenta nueva —acabar con todo y empezar de cero con otro estilo, otro carácter, otros materiales...— es relativamente fácil. Pero darle una cara nueva a espacios manteniendo parte de su espíritu, no es tan fácil de hacer. Supone un (duro) doble trabajo:
- Por un lado, la restauración: saber aprovechar al máximo lo que ya hay.
- Y, por otro, la imitación: reconstruir, en base a lo que había, los espacios "vacíos" creando un continuo estético que lo haga pasar prácticamente desapercibido.
En un principio, el proyecto de reforma puede parecer más fácil porque la estética de muchos elementos ya nos viene dada pero, ¿y la reconfiguración de espacios?, ¿la introducción de nuevos materiales?, ¿los nuevos elementos para dar respuesta a nuevas necesidades? Todo esto viene condicionado...
No es tarea fácil entrar en un mimetismo total y pasar desapercibido, pero no es imposible. Un buen trabajo en este sentido se fundamenta en una buena comprensión del estilo, una labor de documentación histórica, una visión de futuro y mucha precisión, pulcritud y amor en el trabajo que se realiza.
Teniendo en cuenta todo lo dicho, no podemos pasar por alto el trabajo realizado por Mosaics Torra en la Casa Museu Gaudí del Parque Güell replicando exactamente todos los dibujos del arquitecto original (Antoni Gaudí i Cornet). Un trabajo costoso y complicado pero que, sin duda, tiene unos resultados que merecen la pena: