Ambiente doméstico y decoraciones que evocan una tradición imperecedera. La enoteca Di Sotto exhibe un uso creativo y versátil de las colecciones de Marazzi, al que se suman las prestaciones técnicas de la cerámica.
Una pequeña enoteca con cocina en el corazón de Rende (Cosenza, Italia) apuesta por un ambiente acogedor: "como si fuera la extensión del hogar de Antonio y Catia, que viven en el piso superior", explica la arquitecta Giulia Brutto del estudio barbaro18 que se ha encargado del proyecto. “Queríamos un espacio donde pudiéramos refugiarnos de un mundo acelerado y donde pudiéramos detenernos en los detalles que a menudo pasan desapercibidos”. El restaurante se encuentra en la planta baja de la vivienda de los dueños del local. (En efecto, “Di Sotto” significa “abajo”.) La idea de domesticidad, de tradición, de ambiente familiar y atemporal es la característica que quisimos darle al espacio.
En la enoteca Di Sotto hemos utilizado profusamente el gres porcelánico de Marazzi en diferentes formatos y características decorativas. “Empecé por la tonalidad cálida del mobiliario de madera, como la encimera de la barra y los elementos decorativos de la pared, para crear un diálogo con otros materiales. He optado por la colección de gres porcelánico Mystone Ceppo di Gré en el formato de 75 x 75 cm para el revestimiento de la encimera de la barra y de las mesas de la sala, asociado con el hierro en acabado Corten para generar cierto contraste entre los tonos y texturas de los distintos materiales. En cambio en el suelo y, dando continuidad, en algunas paredes, me he servido de la colección Crogiolo D_Segni en las versiones Tappeto Macro 2 y Tappeto Micro 3 en el formato de 20 x 20 cm. Esta opción busca el equilibrio entre elementos heterogéneos para conferirle una identidad propia al local, reconocible más allá de las modas. La decoración remite a nuestra tradición y no pierde ni un ápice de valor con el paso del tiempo.”
La serie D_Segni, de sabor retro, encaja perfectamente en el espíritu del espacio y los cambios en los motivos de las diferentes decoraciones Tappeto circunscriben y marcan la extensión longitudinal del restaurante. Cada parte constituye una especie de alcoba cálida y acogedora, donde se pueden observar y apreciar las imperfecciones de los muebles antiguos como sinónimo de originalidad. “La cerámica”, prosigue Brutto, “me ha permitido crear referencias a elementos del pasado, como baldosas hidráulicas y tapicerías de pata de gallo, pero de una manera inédita y contemporánea. Y como también me encanta el interiorismo, la imitación de la piedra de Ceppo di Gré en las mesas me ha permitido dar un toque de ligereza y elegancia. Queríamos un interiorismo que perdurara en el tiempo. Y la cerámica, especialmente en este tipo de realizaciones, conlleva múltiples ventajas: un amplio abanico de posibilidades decorativas, de formato y de color; mayor durabilidad y resistencia que otros materiales; y un balance de costes favorable, aspecto nada desdeñable en la economía de un proyecto”.
Fotos: Luce Catanzariti
