¿El tamaño de la casa importa? En esta sesión aprendimos que sí, y mucho. Daniel Pérez, arquitecto de interiores y uno de los fundadores de Egue y Seta, nos presentó dos proyectos que no tienen nada que ver en cuanto a tamaño, pero que tienen en común el reto y el desafío que supone realizar un proyecto a medida.
El tamaño del espacio en el que hay que intervenir influye mucho en un proyecto de interiorismo, tanto a nivel estético, como a nivel funcional o a nivel económico, hasta el punto de determinar el enfoque del mismo por parte del interiorista.
El primer trabajo que Daniel nos presentó, fue la reforma integral de un piso de 45 m2 en la que había que aprovechar el espacio al máximo, por lo que todo se hizo a medida. Como consecuencia, el coste por metro cuadrado fue muy elevado. Se partía de un piso muy compartimentado, y se logró un cambio total. El aprovechamiento al máximo empieza ya desde la zona de entrada, en la que se ha creado un armario a medida. La cocina y el salón se han diseñado como un todo unificado y continuo, con una presencia muy importante de la zona de biblioteca. El módulo central de la cocina, la isla, es el que unifica toda la zona de día, creada con una combinación de porcelánico y madera, que nos ayuda a hacer más dinámico el espacio. El otro protagonista es la gran estantería en negro, que alberga la televisión, y que funciona también como puerta de acceso al dormitorio. Esta estructura supuso una dificultad constructiva debido a su peso, ya que es la misma estantería la que se abre, como si se tratase de una puerta secreta. En el otro lado, la misma librería se convierte en el cabecero de la cama. El baño, situado en la zona de noche, se cierra con unas puertas de vidrio de estética industrial que conforman una solución muy original, ya que al abrirse cierran, a cada lado, el espacio del inodoro y el de la ducha. En resumen, en un proyecto de este tipo el precio por metro cuadrado es elevado, pero el resultado en cuanto a funcionalidad, aprovechamiento del espacio y diseño es óptimo.
El segundo proyecto, fue una casa de más de 1000m2 que el cliente compró ya empezada a construir y que había que terminar. Fue un proyecto muy problemático en cuanto a obra y ejecución, que se acabó prolongando más de un año. La distribución se intentó mantener, y la mayor actuación a este respecto se realizó en una zona de 200m2 que en principio no tenía entrada de luz. Este espacio se abrió con un patio y se acabó convirtiendo en una zona protagonista de la vivienda, donde se crearon zonas de cine, de gimnasio, de estudio… Daniel nos explicó también el interiorismo en las diferentes estancias, bastante diferente y muy personal, al gusto del cliente y con gran nivel de detalle. En la cocina por ejemplo, el mobiliario en dos tonos distintos, la zona de comedor en la que se ha colocado un papel con ilustraciones de tipo japonés, o el cabecero hecho a medida en el dormitorio. En definitiva, un trabajo a medida en cada estancia y con multitud de acabados y detalles que se debían conseguir en el menor tiempo posible.
Nos acompañaron también en esta sesión, Andrés de Miguel de Duscholux, que nos presentó Sytem 210; y Vicente Soldevila de Hansgrohe que nos habló de Axor One.