El proyecto WOW se adelanta al futuro de los centros comerciales. Un espacio de experiencia en renovación constante y que fusiona el mundo físico con el mundo digital. Stefano Fontolan, arquitecto del estudio External Reference, nos explicó con detalle este proyecto phygital situado en el edificio más antiguo de la Gran Vía.
Crear una experiencia de compra memorable es la mejor apuesta para garantizar el éxito de un centro comercial. En esta sesión que celebramos en nuestro showroom el pasado día 15 de diciembre, descubrimos cómo el espacio interior del retail ha evolucionado para apelar directamente a las emociones de las personas. Stefano Fontolan, arquitecto del estudio barcelonés especializado en el diseño de espacios inmersivos External Reference, nos explicó los detalles del proyecto diseñado para WOW Concept, en el que han fusionado arte, diseño y tecnología.
Partiendo de un edificio de estilo clásico e icónico en la ciudad de Madrid, el primero construido en la Gran Vía en 1915, la actuación debía respetarlo totalmente, por lo que el interiorismo se creó como un auténtico decorado contemporáneo totalmente desmontable. Los diferentes usos que se le han dado a lo largo de los años le habían hecho perder su carácter, y el estudio intentó proporcionárselo de nuevo reconstruyendo, en base a imágenes originales, elementos como la escultura de la Loba Capitolina que corona su fachada.
WOW Concept es la fusión del mundo físico y digital, tanto en el sistema de compra como en el acceso al espacio, y la tecnología es la herramienta utilizada para amplificar la experiencia de las personas. Es una plataforma phygital en la que conviven marcas consolidadas con marcas nativas digitales. Estas últimas, venden exclusivamente online y encuentran aquí un espacio físico donde mostrar sus productos durante un tiempo determinado, funcionando como un banco de pruebas. Para las marcas más grandes, que ya tienen su espacio físico, Wow es un medio para llegar al mundo de una manera distinta.
En este nuevo concepto de centro comercial, cada planta cuenta una historia y es diferente, ayudándose de la tecnología para crear experiencias inmersivas. Un espacio de retail que está pensado para el cambio constante, y para crear la idea de comunidad. Esta interacción
con el cliente empieza desde la calle, a través de los escaparates digitales que ya anuncian el contenido interior.
La planta sótano es una fusión de la naturaleza con el mundo digital, en la que se ha creado un paisaje submarino mediante elementos impresos en 3D, realizados con un polímero que absorbe CO2. La iluminación LED controlada y las pantallas, refuerzan el concepto como un todo en el que el cliente se encuentra inmerso.
La planta baja es el punto de encuentro entre WOW y el edificio histórico, hace un guiño al clasicismo a través de estatuas en color fucsia que se deforman al entrar en el mundo digital. La planta primera, dedicada a las marcas nativas digitales, es totalmente transformable. Cajas de luz perimetrales, un videowall en toda la planta, y un sistema de estanterías, permiten transformarla en una noche, cambiando todo el contenido digital de las cajas de luz y aportando una sensación totalmente diferente.
En la segunda planta se encuentran las marcas más consolidadas, y funciona como una pasarela de moda. Una proyección interactúa con el movimiento de las personas, haciendo que el usuario sea parte integrante del interiorismo, convirtiéndose también en el modelo.
La tercera planta refleja un concepto underground, inspirado en el crossfit. Se configura como un espacio flexible, mediante un sistema modular movible que permite cambiar la configuración del espacio fácilmente. Y por último, la planta cuarta, es la dedicada a lifestyle, productos de diseño, libros, sistemas de audio… Diseñada como una ciudad por la que el cliente pasea, y se asoma a través de las ventanas (que son las propias ventanas exteriores del edificio) descubriendo algo más íntimo de la marca.
En definitiva, el futuro del retail es un espacio que genera una comunidad y una pasión en las personas, un espacio cambiante que permite generar siempre experiencias distintas.
Al finalizar la presentación se pasó a las preguntas del público, y finalizamos la sesión con un brunch de Navidad.