El papel pintado con fibras naturales es una de las tendencias más actuales en decoración, con su aporte de belleza artesanal a las paredes. Este tipo de papel pintado suele estar fabricado a mano, lo que supone un valor añadido. Los materiales empleados para confeccionarlos son el bambú, el yute, el ratán, la fibra de platanera, las tiras de madera o el nenúfar trenzado.


Después de seleccionar las fibras que compondrán el papel pintado, se procede a tu trenzado y en ocasiones tintado. A continuación, y para que el papel sea más resistente y duradero, se añade una base de “tejido no tejido”, que también facilita su colocación. A la agradable estética que aporta el papel pintado de fibras naturales hay que sumar su textura, que acrecienta la sensación de bienestar en las estancias cuyas paredes decora. Es un papel muy equilibrado, ya que aporta calidez al mismo tiempo que frescura.

         

   

Las características más destacables del papel de fibras naturales:

Además de su potencial estético, perfecto para crear ambientes serenos, tocar este tipo de papel transmite la sensación de estar en contacto con la Naturaleza. Otra de las ventajas de su composición es que permite que las paredes donde se coloca este papel puedan respirar, por lo que resulta perfecto para espacios húmedos.
La forma de tejer este papel puede ser diversa, y de ello dependerá su apariencia. Si las fibras se tejen longitudinalmente, dará como resultado una apariencia horizontal. Cuando se tejen de forma transversal, la fibra suele ser más nudosa, y se consigue un efecto diferente que puede recordar a la tela de saco.
Por lo que al colorido de este papel se refiere, hay variedad de tonos a escoger, y la encontrarás en el catálogo de Saint Honoré. Podrás encontrar tanto colores neutros tipo beige, paja, marfil, verde o gris plata, como colores más intensos como el cobre, el azul, o el naranja.

 

Sea cual sea el color, nunca presentará un aspecto completamente liso, sino que prevalecerá un color principal complementado por otros diferentes pero de la misma gama. Por ejemplo, un papel pintado de rafia color beige, con toques de rojo. Esto es consecuencia de utilizar para el tejido fibras que no son idénticas entre sí, lo cual forma parte del encanto de este tipo de papel.